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¿Escribir a mano o teclear? Lo que tu cerebro prefiere (aunque tú no estés de acuerdo)

Imagina esto: estás en una reunión importante, alguien lanza una idea brillante (o eso cree) y tú sacas tu libreta... o tu tablet... o simplemente abres una nota en el móvil con el pulgar. ¿Qué elige tu cerebro? ¿La tinta o los píxeles? ¿El gesto pausado o la eficiencia relampagueante?

Y. Villaverde

7/6/20252 min read

La forma en que escribimos no solo define nuestra productividad. También moldea —a veces sin que lo notemos— la forma en que pensamos, recordamos y creamos. Porque sí: el cerebro también tiene sus preferencias, y no siempre coinciden con las del mercado.

Escribir a mano: como meditar con los dedos

Escribir a mano es lo más parecido a hacer yoga mental sin colchoneta. Cada letra trazada es una conversación entre la mano y la mente, un baile lento que activa zonas cerebrales que el teclado simplemente ignora.

Según la Universidad de Stavanger, escribir a mano mejora la memoria. ¿Por qué? Porque el gesto lento y físico graba la información como si tallaras ideas en madera, no como si las copiaras en un archivo temporal.

También potencia la creatividad. Al no poder borrar con un clic, el cerebro se ve obligado a pensar antes de actuar —una rareza en estos tiempos. Y, por si fuera poco, tiene un efecto calmante: escribir a mano es lo más parecido a hablarte a ti mismo sin parecer loco.

Teclear: la reina de la velocidad (y del olvido)

La escritura digital es el Ferrari del pensamiento moderno: veloz, eficaz, y con un botón de "deshacer" que todos hemos amado en secreto.

Ideal para escribir novelas, informes o listas de supermercado, te permite editar, reorganizar y compartir sin tachones. El problema es que, al teclear, muchas veces solo transcribimos. No procesamos. No reflexionamos. Es como leer en diagonal: rápido, sí, pero ¿qué te queda después?

¿Y las tablets con lápiz? El híbrido prometido

Las tablets han querido ser el puente entre ambos mundos. Y en parte, lo logran. Según un informe de Harvard (2022), al escribir con lápiz digital se activan áreas motoras similares a las de la escritura tradicional.

Sin embargo, el cerebro nota la diferencia: la falta de textura, el deslizamiento perfecto y la pantalla brillante reducen, sutil pero perceptiblemente, la conexión emocional con lo escrito. Como besar a alguien a través de un vidrio limpio: se ve bonito, pero no se siente igual.

La ciencia lo dice: escribir y teclear no son lo mismo

Estudios sobran, pero aquí van dos que golpean fuerte:

  • Universidad de California (2017): Quienes escribieron sus metas a mano tuvieron un 28% más de probabilidades de cumplirlas. Parece que el papel no solo retiene tinta, también compromisos.

  • Journal of Educational Psychology (2020): Estudiantes que resolvieron problemas matemáticos en papel demostraron más razonamiento crítico que quienes usaron una tablet. Quizás porque el papel no notifica nuevos correos mientras piensas.

¿Y entonces? ¿Papel o pantalla?

No hay un campeón universal. Todo depende de lo que necesitas en ese momento:

  • Usa papel si quieres memorizar mejor, ser más creativo o simplemente calmar tu cabeza.

  • Opta por lo digital si necesitas rapidez, organización o si estás escribiendo algo largo y mutable.

¿Mi estrategia? Mezclar. Escribo ideas a mano y luego las paso al ordenador. Eso sí: mi casa está llena de libretas que acumulo como quien colecciona mapas de mundos que aún no existen. Un desorden feliz.

¿Y tú? ¿Eres de bolígrafo o de teclado?


Sea cual sea tu elección, lo esencial es lo mismo: escribir. Porque mientras escribes, le das forma a lo invisible. Y eso, créeme, tu cerebro lo agradece.

an abstract photo of a curved building with a blue sky in the background

Puedes ver el vídeo en este link: